¿Te has preguntado cuántas veces tiramos comida porque simplemente “se pasó”? Yo también. Y fue una de las razones más poderosas que me impulsaron a buscar una alternativa natural y que no haya plástico de un solo uso. Las telas enceradas llegaron a mi vida en un momento de mucho cuestionamiento personal y ambiental. Estaba cansada de envolver medio limón en plástico o guardar media palta en un taper que no evitaba que se oxide al día siguiente. Ahí empezó todo.
En este post quiero contarte cómo descubrí esta maravillosa herramienta que no solo conserva mejor los alimentos, sino que también es amiga del planeta. Las telas enceradas están hechas de algodón, cera de abeja natural, resina de pino y aceite de coco.


Son lavables, reutilizables hasta por 12 meses y, al final de su vida útil, biodegradables, aunque puedes volver a encerarlas. Me enamoré de ellas porque logran algo que pocas cosas hacen: reducir nuestro impacto ambiental sin renunciar a la funcionalidad ni a lo bonito.
Como fundadora de Abejita Perú, este producto fue el inicio de todo. Ver cómo una idea tan sencilla puede generar tanto cambio me inspira todos los días. ¿Te animas tú también a hacer ese pequeño gran cambio?